Foto meditacion

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Para mí, el propósito de la meditación es centrarse en el momento presente. Sentir la máxima alegría de estar vivo, ahora mismo, en el momento presente, sin miedo al futuro ni remordimientos del pasado.
Cuando estoy en el flujo zen de hacer fotos, estoy concentrado al 100% en hacer fotos, nada más. Pierdo el sentido del ego, el sentido del yo. Mi mente se queda en blanco. Mi mente, mi cuerpo y mi alma se integran sólo con mi visión y mi cámara. Hago fotos y utilizo toda mi energía mental y física para hacerlas.
En mi caso, disfruto más haciendo fotos que mirándolas, o más que revisándolas. Disfruto haciendo fotos, porque es divertido, fácil y desafiante al mismo tiempo. Fácil en el sentido de que las fotos son instantáneas, pero desafiante al mismo tiempo porque hay que componer bien el encuadre. Como dijo una vez Sergio Larraín, organizar los elementos dentro del encuadre de forma eficaz es la clave.

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En términos comunes, imaginativo y creativo se utilizan a menudo indistintamente para describir ideas/objetos o a los individuos que los producen. Sin embargo, la creatividad no es necesariamente lo mismo que la imaginación (Singer, 2011), y la relación entre la imaginería y la cognición creativa tiene varias capas. Psicológicamente, la imaginación es un término amplio que representa nuestra capacidad casi única de trascender las limitaciones actuales de espacio, tiempo y causalidad, lo que lleva a la simulación mental del futuro, creando mundos y experiencias ficticias e inusuales (Taylor, 2011); en esencia, la imaginación incluye tanto los pensamientos creativos como los no creativos.
Ward (1994) ha defendido la imaginación estructurada, refiriéndose a un enfoque no aleatorio pero estructurado de generación de nuevas ideas y conceptos; aquí, la imaginación está limitada por el conocimiento y las categorías existentes. Por ejemplo, cuando se pide a los participantes que imaginen animales que viven en un planeta lejano, sus respuestas están estructuradas por las propiedades de los animales que viven en el planeta Tierra. Aunque se ha comprobado que este tipo de pensamiento imaginativo es bastante útil para la generación de ideas creativas (Ward, 1995), no deja de ser un método dirigido de imaginación que carece de espontaneidad.

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Nuestro mundo moderno es un mundo visual. Llevamos cámaras a todas partes, grabando nuestros almuerzos, nuestras mascotas, nuestros hijos y a nosotros mismos. Pero hay una gran distancia entre una instantánea rápida y hacer una fotografía que refleje lo que vemos y lo que sentimos.
Te voy a enseñar a capturar lo que sientes y a infundirlo intencionadamente en cada foto que hagas. Vamos a desentrañar lo que hace que una fotografía funcione visualmente y a explorar las diferentes formas en las que podemos dar más significado a nuestras imágenes. Estudiaremos la composición, la luz y la sombra, la teoría del color y algunas de las reglas fotográficas más útiles (para saber cuándo romperlas). Empezaremos a desarrollar nuestro propio estilo fotográfico, a jugar con el simbolismo, a sumergirnos en el retrato y la fotografía de calle, y a encontrar formas de hacernos selfies que se ajusten a lo que realmente somos.
Se trata de comunicar ideas, evocar recuerdos y crear imágenes que hagan sentir algo al espectador. Aunque veremos brevemente el post-procesamiento -¡y explicaré las paradas f y la profundidad de campo en términos sencillos! – ten en cuenta que esta no es una clase de fotografía técnica. La clave para hacer imágenes con alma es aprender a traducir lo que ves y sientes en una fotografía. Eso no lo hace tu cámara, lo haces TÚ. Así que te animaré a usar la cámara de tu smartphone en esta clase para ayudarte a centrarte menos en las cosas técnicas que te distraen y más en lo que ves y cómo ves el mundo.

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¿Qué puede ofrecer la fotografía a un fotógrafo, le hace meditar a través de un medio determinado, permitiéndole dejar todo lo que hay antes y después de ese momento concreto? Principalmente, un fotógrafo es alguien que necesita ser constantemente consciente del presente, de ese momento final y de que nada más importa. Dejando de lado todos los recuerdos del pasado y los obstáculos del futuro, su conciencia sólo es consciente del presente.
Discutiremos sobre la verdad más humilde, cuando intentamos fotografiar algo, nuestras ambiciones, sueños, anhelos, amigos, enemigos y diversas relaciones desaparecen por ese momento de fracciones de segundo. Vives en una zona fructífera, donde sólo existes, sólo tú – ese segundo y nada más. Intentamos aprovechar la luz en ese momento concreto y captar el momento de gracia en ese tiempo constante. ¿Qué probabilidades hay de que pienses en algo irrelevante para el estado de ánimo, mientras tus ojos ya están en el visor? Nada se cruza en tu mente y esto es lo que los yoguis llaman la primera etapa de la meditación. Separar tu alma del mundo exterior.